Como aprendimos en nuestros años de educación básica, existen diferentes tipos de bacterias y microorganismos que viven dentro y fuera de nuestro cuerpo, así como en las superficies que nos rodean, sin embargo, algo que quizá no nos enseñaron es que algunos tipos de microorganismos se organizan de diferentes maneras para reproducirse y de alguna manera “colonizar” aquel lugar en donde se encuentren.
Existe un género de bacterias conocido como Listeria que se caracterizan por ser bacilos Gram positivo cortos, regulares, no esporulados, no encapsulado y ni ramificados. Éstas pueden observarse individualmente o en cadenas cortas, en algunos cultivos se han llegado a observar secuencias de 6-20 mm de longitud, lo cual es bastante largo, si consideramos que estamos hablando de organismos microscópicos. Otra característica interesante de las bacterias de tipo listera es que son capaces de formar lo que se conoce como Biofilm o Biopelículas.
Las biopelículas son estructuras complejas formadas por microorganismos que se fijan firmemente a una superficie gracias a su matriz extracelular conocida como sustancia polimérica extracelular o EPS por sus siglas en inglés, la cual se forma con un exopolisacárido y proteína, en palabras más sencillas, se trata de una capa de microorganismos que cubre determinada superficie. La formación de los biofilms se produce cuando las bacterias se adhieren a las superficies y empiezan a excretar sustancias viscosas que favorecen su anclaje a todo tipo de materiales, tales como metales o plásticos, entre otros. Una vez que las bacterias se han pegado a la superficie y el biofilm empieza a formarse, su crecimiento se acelera, ya que el mecanismo de adhesión a la matriz se simplifica para los nuevos microorganismos, que además, desarrollan mecanismos de relación y dependencia entre ellos.
Como te puedes imaginar, esto quiere decir que muchas superficies que aparentan estar limpias, pueden, en realidad, estar cubiertas por una biopelícula de bacterias que, a la larga, puede generar consecuencias en la salud de las personas o seres vivos que están en contacto con ellas. La forma de eliminar esta formación de microorganismos es a través de la desinfección con productos químicos especializados como lo son aquellos que están fabricados a base de sales cuaternarias de amonio de quinta generación, Glutaraldehído o ácido peracético. Dado que las superficies que están en contacto constante con materia orgánica, productos de origen animal o humedad son más susceptibles a desarrollar biopelículas, las plantas dedicadas a la industria alimentaria requieren procesos especializados de desinfección, por lo que, si cuentas con un negocio dedicado a este ramo, te recomendamos buscar asesoría en desinfección y antisepsia para garantizar la seguridad y calidad de tu productos.