Key-logo-horizontal-x2

Beneficios al usar dispensadores de jabones en cartuchos vs granel

Si algo aprendimos a raíz de la pandemia, es que el correcto lavado de manos es una de las mejores y más simples maneras de remover gérmenes, evitar enfermedades y prever la transmisión de gérmenes a otros.  Contar con una buena técnica de higiene de manos o desinfección es sin duda, una de las medidas más importantes hoy en día; pero no la única.  La elección de los dispensadores de jabón y desinfectante para manos juegan un papel clave en la reducción de la propagación de infecciones. Y esto, generalmente, no lo vemos. 

Para ubicar mejor dividimos los dispensadores de jabón en dos tipos:  los dispensadores rellenables o de granel y los dispensadores de cartucho sellado.   Te explico las diferencias:

Los dispensadores rellenables o de granel, son dispensadores vacíos que no cuentan con un sello; que son fáciles de manipular y que se llenan de jabón líquido o espuma cada vez que sea necesario.  Se encuentran comúnmente en lugares donde el tráfico de personas es alto, por lo que, al momento de necesitar rellenarse, generalmente no se toma la precaución de limpiarse y desinfectarse debidamente, ocasionando que el jabón que queda como residuo se exponga y se contamine, contaminando a su vez el nuevo jabón.

Las principales características de este tipo de dispensadores son:

Al utilizar jabón líquido o espuma en presentación a granel, el precio de este suele ser económico. 
El sistema a granel ocasiona un gasto alto, ya que independientemente del bajo costo del jabón, se deben considerar el costo total de uso, incluidos los costos de reemplazo del producto y del dispensador, así como los costos de mano de obra al rellenar los dispensadores. Aunado a esto, existe un reemplazo de mecanismos más frecuentes, ya que son más propenso a romperse y a ser “violados” o sufrir vandalismo. 
El trabajo de mano de obra se torna un poco complicado al tener que limpiar y rellenar con nuevo producto cada vez que este se termine. 
Existe riesgo de contaminación del producto al momento de mezclarse con residuo y al ser expuesto al medio ambiente. 
Existe el riesgo de que se rellene con jabón de la competencia, lo cual evidentemente no es recomendable para nuestro negocio.

Por otro lado, los dispensadores de cartucho sellado son aquellas que no permiten el contacto entre el jabón y el dispensador, evitando la exposición con el medio ambiente, reduciendo así el riesgo de contaminación. Además, que al utilizar un cartucho sellado el control y cambio de este es fácil y rápido. Requieren una limpieza mínima por lo que el mantenimiento es bajo ahorrando tiempo y a su vez dinero. Evitan mezcla y desperdicio de producto. 

Estas son algunas de las principales características: 

Al utilizar jabón líquido o espuma en presentación en bolsa o cartucho sellado, el precio es un poco más elevado que la presentación a granel.
Este sistema proporciona un mejor control de costos ya que la mayoría de los cartuchos están diseñados para colapsarse a medida que se usan, por lo que todo el producto se evacua y entrega una dosis de jabón medida, evitando el uso excesivo del mismo. 
El trabajo de mano de obra es más eficiente ya que al requerir una limpieza mínima el mantenimiento se reduce considerablemente, ahorrando tiempo y dinero.
Con el jabón de manos de cartucho cerrado, nunca tendrá que limpiar el interior del dispensador. Cada cartucho que instale garantiza un jabón de manos limpio, higiénico y sellado que nunca se puede contaminar.
El sistema sellado elimina el derrame, el desperdicio de producto y reduce el riesgo de contaminación, ya que no existe contacto entre el producto y el ambiente.
Evita que se rellene con jabón de la competencia. 

Incluso existen estudios como el realizado por la Sociedad Estadounidense de Microbiología, que demuestra cuán inseguro puede ser el lavarse las manos con jabón expuesto al medio ambiente; revelando que 1 de cada 4 baños públicos que usaban cartuchos de relleno a granel se vieron afectados por niveles peligrosos de bacterias, incluidos patógenos potencialmente dañinos.

La peor parte de esta investigación mostró que, mediante el uso de jabón contaminado, los participantes del estudio en realidad quedaron con 26 veces más bacterias en sus manos después de lavarse con el jabón.  ¡Imagina el riesgo! 

Ahora pensemos; es conveniente que por “ahorrar” algunos pesos utilicemos dispensadores que permitan la contaminación del jabón con el que lavemos nuestras manos, ¿Cuándo estemos en el supermercado, comiendo en un restaurante o peor aún que quien nos atienda en una consulta médica lave sus manos con jabón contaminado? 

A lo que me lleva a recalcar que, sobre todo, en el manejo de alimentos y en el sector salud es indispensable usar dispensadores de jabón sellado, para reducir un brote por contaminación patógena y así proteger la higiene de su comensales, pacientes y personal interno. 

Para finalizar es importante que estemos conscientes que es inevitable que nos encontremos con dispensadores rellenables; ¡los vemos por todos lados!, en aeropuertos, restaurantes, centros comerciales, escuelas, oficinas, supermercados, etc., por lo que mi recomendación es que después de lavarse las manos las desinfecten con un sanitizante con al menos 60% de alcohol.  Evitemos enfermedades, ¡Protejámonos unos a otros!.